Si tienes una chimenea de leña, sabes que entre las tareas mucho más temidas es adecentar la ceniza. Aparte de mancharse, puede ser bien difícil eliminar toda la ceniza sin manchar. No obstante, con unos fáciles consejos, puedes llevar a cabo esta labor considerablemente más simple y menos dificultosa.
Cepillo y pala
Menos popular que su hermano, el atizador, el cepillo y la pala son 2 herramientas indispensables para adecentar la chimenea. Con ellos tenemos la posibilidad de sacar los restos con seguridad, y siempre y en todo momento están a mano. Tienden a ser de metal y las cerdas del cepillo son en especial gruesas y simples de adecentar, con lo que un rápido enjuague con agua dejará nuestro cepillo listo para el próximo empleo.
Caso de que recojamos las cenizas a mano, es preferible emplear un cubo de metal, puesto que impide el peligro de incendio caso de que quede una pequeña brasa encendida. Pero si eres de aquellas personas que desean estar a la última, hacerte con un aspirador particular para cenizas de chimenea es un concepto atrayente. En la actualidad hay varios modelos, varios de los cuales son portátiles y simples de adecentar.
Limpieza mecánica
Es el procedimiento mucho más clásico y, en dependencia del nivel de hondura que se realice en la limpieza, se puede usar todos los días o anualmente según su fin de temporada Para esto se usan herramientas como un cepillo deshollinador, asimismo popular como erizo, artículos químicos concretos para la limpieza de chimeneas o un aspirador de cenizas. Los kits deshollinadores están particularmente sugeridos para la limpieza de conductos de salida de chimeneas que asisten a remover la acumulación de depósitos, por lo menos en las ubicaciones mucho más bajas o alcanzables, progresando el desempeño y incrementando el poder calorífico de la chimenea.
¿Por qué razón se mancha el cristal?
A pesar de que los cristales acostumbran a tener tratamientos, transcurrido el tiempo el hollín se regresa irremisiblemente pegajoso y frecuenta acrecentar. El género de madera tiene un efecto. La madera blanda tiende a producir mucho más hollín, mucho más ceniza y su eficacia energética es menor, con lo que hay que añadir mucho más leña para exactamente el mismo calor.
Otro aspecto esencial es que la leña esté seca y de calidad, ni troncos bastante enormes ni palos bastante pequeños. Unos 8 cm de diámetro por lo menos (la madera dura es como la encina, el roble…) leños con un óptimo tamaño. La leña mojada crea mucho más incrustaciones y es mucho más bien difícil de adecentar.
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