En el momento en que se charla de salud bucodental se relaciona instantaneamente con los dientes, pero aun antes de su aparición, en los pequeños es requisito comenzar a proteger la higiene bucal y entablar prácticas que van a ser de enorme herramienta para pequeños y personas adultas. .
Cuestiones usuales
¿Cuándo puedo comenzar a adecentar la lengua de mi hijo?
Adecentar la lengua de su hijo no es requisito y puede realizar mucho más daño que bien. La mayor parte de los pediatras no aconsejan adecentar la lengua de un niño salvo que haya una infección o un inconveniente con la deglución del niño.
¿Con qué continuidad debo adecentar la lengua de mi hijo?
Puedes adecentar la lengua y las encías de tu bebé 2 o tres ocasiones cada día, pero impide adecentar justo después de amamantar por el hecho de que la leche de la mamá tiene dentro anticuerpos que son fundamentales para la salud del bebé que quedan en la boca.
Otra buena razón para aguardar poco antes de limpiarle la boca al bebé es que podría atragantarse y despedir toda la leche que termina de tomar.
¿Debería limpiarle la boca a mi recién nacido?
Limpia las encías de tu recién nacido por lo menos un par de veces cada día
Los bebés tienen menos saliva que los mayores, con lo que precisan una asistencia plus para remover las bacterias de la boca. Tras lavarse las manos con agua y jabón, use un paño húmedo o una gasa para frotar delicadamente las encías, las mejillas y la lengua de su hijo para remover cualquier alimento o líquido.
Cepillo de dedo
Radica en tomar un trozo de gasa esterilizada y humedecerla en agua hervida ardiente. Entonces se envuelve el dedo índice con la gasa y se pasa por las encías del bebé, tal como por la lengua y el paladar, deshaciéndose de esos restos de la dieta que logre haber allí. La continuidad del cepillado de los dedos va a depender de la dieta y la edad del niño. Pero lo idóneo es llevarlo a cabo un par de veces cada día o por lo menos una vez antes de acostarse.