Saltar al contenido

Cómo limpiar portadas de libros

¿Cuántas ocasiones no vimos nuestros libros, que se estropean y se ven cada vez peor transcurrido el tiempo? O sea provocado por la humedad, las manos grasosas, el polvo y otros componentes.

Si deseas que tus libros vuelvan a estar en buen estado, tienes que proseguir estos fáciles consejos, que no son simples de proseguir por el hecho de que solo precisas por lo menos un hisopo para cada barriga, adjuntado con un disolvente.

Adecentar con un paño húmedo, ¿sí o no?

Bueno, solo como último recurso y si es completamente preciso. Para achicar el peligro de dañar el material, se aconseja usarlo en libros con repletas de papel, usando un paño de microfibra bien formado a fin de que no suelte pelusa, llevarlo a cabo con sutileza y limpiarlo con un paño seco después.

Ciertos sitios tienen la posibilidad de sugerir empapar las encuadernaciones de cuero con aceites o cera para eludir que se sequen. No obstante, la mayor parte de los curadores por el momento no apelan a esta técnica. En verdad, instituciones como la Biblioteca Pública de Novedosa York dejaron de aceitar sus libros en la década de 1960, puesto que no hay prueba de que esto optimize el estado de las cubiertas. Evidentemente, la utilización de este género de artículos puede ocasionar máculas en las páginas y asimismo en el material empleado para la encuadernación.

¿De qué manera adecentar libros húmedos?

Si tus libros están mojados pero el moho aún no se ha expandido, andas de suerte, pero deberás accionar veloz. Nuestro consejo es que hagas lo siguiente:

  1. Busca una área donde consigas dejar secar tu libro por varias horas.
  2. Abre el libro y colócalo en situación vertical sobre una área.
  3. Ahora, colocale un ventilador enfrente a fin de que logre secarlo. Eso sí, fíjate en la capacidad del ventilador, pues si lo pones muy cerca del libro a mucha capacidad, puede dañar o tumbar el ejemplar.

¿De qué forma puedo adecentar un paño de libro?

Si tienes libros con encuadernación en lona, es esencial llevar cuidado al limpiarlos. Si bien estas corbatas son mucho más bien difíciles de adecentar que otras, se tienen la posibilidad de llevar a cabo con una medida pequeña de agua tibia y un suavizante de lonas incoloro. Humecta un harapo y frótalo delicadamente sobre la lona, asegurándote de no empaparlo bastante. Así, vas a poder sostener tus libros de lona limpios y en buen estado a lo largo de un buen tiempo.

La limpieza de los nudos de lona necesita sensibilidad y precaución para eludir dañar el material. Con una medida pequeña de agua tibia y un suavizante de lonas incoloro, puede adecentar delicadamente la lona sin suavizarla bastante. Esto dejará que sus libros se contengan en estupendas condiciones a lo largo de un buen tiempo.

Configuración