Si bien precisan ser revisados de forma regular durante su historia, las orejas de nuestros perros necesitan un cuidado y también higiene regulares para sostenerse saludables. Te dejamos cinco consejos básicos para llevarlo a cabo bien.
- Algo de anatomía: debido al diseño curvo y obtuso de la oreja del perro, es simple que los parásitos, las bacterias y las diastasas medren y prosperen en estos canales. De la misma manera, tienen la posibilidad de acumularse en los pliegues del conducto auditivo de afuera. Las infecciones tienen la posibilidad de ser de escombros atrapados, mugre amontonada o cuerpos extraños. Los perros con alergias son especialmente atacables, exactamente la misma los perros con orejas caídas.
Inspección inicial de las orejas de mi perro
Las orejas de un perro son entre las zonas mucho más sensibles de su cuerpo y son la puerta de entrada a muchas infecciones.
Es esencial comprobar y adecentar las orejas del perro cuando menos una vez por semana.
¿De qué forma debo llevarlo a cabo?
Lo primero es procurar localizar un instante relajado, en el que el perro esté relajado y, a ser viable, agotado tras un recorrido, por poner un ejemplo. Por este motivo, vamos a seguir los próximos puntos:
¿Qué tienes que llevar a cabo si supones que tu perro tiene un inconveniente de oído?
Si piensas que tu perro tiene un inconveniente de oído, es esencial que lo lleves al veterinario a la mayor brevedad a fin de que lo examine y trate. Estos son varios de los síntomas más habituales tratándose de una otitis, una infección o una viable patología del oído.
- Oídos flotantes o desmesurados.
- Fragancia desapacible en el oído.
- Enrojecimiento o hinchazón en el oído.
- Déjate de orejas.
- Mal al tocarse las orejas o irritación al menor roce.
- Pérdida del equilibrio o contrariedad para caminar. Su mascota puede inclinar la cabeza hacia un lado.
- Pérdida de audición.
Haz que sea una experiencia satisfactorio
Si es la primera oportunidad que vas a limpiarle los oídos a tu mascota, cerciórate de que tenga una aceptable experiencia más adelante t un inconveniente para llevarlo a cabo .
Además, si tu perro es muy belicoso y corre riesgo de morderte, puedes ponerle un bozal para eludir cualquier hecho. Tras esto, le das una recompensa como sus croquetas o patés preferidos.